Comenzamos con una liturgia centrada en el Mensaje del Evangelio, en que nos invitaba a ser “ricos ante Dios”, a cultivar valores más que desvivirnos por aumentar tesoros que no nos llevaremos en el ocaso de nuestras vidas. Otro motivo de la liturgia fue la presencia de los niños, ya que celebramos su día, rogando por ellos especialmente.

Luego nos dirigimos al Estadio Marista donde compartimos la mesa, con un rico arroz con pollo, deliciosas empanadas y ensaladas. El día estuvo bastante frío, pero esto no evitó que los niños jugaran y se divirtieran.

Agradecemos la participación de las familias que con su presencia testimoniaron el compromiso hacia el Colegio.