La tradición de los colegios maristas ha sido la limpieza y pulcritud de sus establecimientos.

Esto no podía estar ausente en el IRA; siendo una característica principal que en nuestro Colegio se agradece a la Comunidad Educativa, que a diario vela por el cuidado de su Instituto; sin embargo, los responsables directos de que esto ocurra, los que están siempre preocupados de que éste sea el reflejo interno y externo, es un grupo de personas en el Colegio, más dos en el Estadio.

Ellos han aceptado el desafío que han convertido en su verdadera misión: que el IRA luzca en todo momento limpio, que sea un lugar digno de trabajo, en donde la limpieza invite al estudio, la concentración. Queremos dar testimonio de nuestro agradecimiento por lo que realizan diariamente nuestros queridos auxiliares.