Una gran sorpresa. Así se resume la 6ª versión del
evento que reunió a preadolescentes desde Sexto Básico a
Primero Medio en las Comunidades de Rosey, Lyon, La
Valla y L'Hermitage, y que debido al sobresaliente
trabajo de nuestro equipo de animadores en el Encuentro
pasado (ISF) se realizó este año en Quillota, con el
Instituto Rafael Ariztía como anfitrión.
Luego de meses de preparación y
coordinación, el sábado 4 de octubre se dieron cita
delegaciones del Movimiento desde La Serena hasta Curicó
en nuestro Estadio Marista. Además, la delegación del
Colegio Ntra. Sra. de Andacollo llegó a Quillota el
viernes 3, alojándose en hogares de familias que
gentilmente les abrieron sus puertas, y a quienes
enviamos nuestro más sincero agradecimiento por su gran
hospitalidad.
Una inauguración sin igual acompañada por
la batucada del Diego Echeverría y el grupo IRA dio el
puntapié inicial a una jornada de actividades de
crecimiento para cada comunidad. Luego del almuerzo se
realizó una tarde recreativa donde los jóvenes de
Primero Medio después de la enriquecedora experiencia en
los hogares del AMENCRI y la Fundación Las Rosas
animaron a las demás comunidades, cobrando mayor
protagonismo en lo que sería su último Encuentro
Nacional.
Posteriormente se realizó una peregrinación
en torno al carisma marista de Marcelino desde el
Estadio Marista hasta el Gimnasio del Colegio,
acompañados nuevamente por la batucada del Diego
Echeverría y apoderados del colegio, y apoyados por
Carabineros de Chile, que veló por la seguridad de todos
los asistentes.
Como es costumbre, se realizó una
Eucaristía presidida por el padre Enzo (P. San Martín)
marcada por el reconocimiento a la comunidad LHermitage
(Primero Medio) y seguida por una despedida en grande
gracias al grupo IRA y el equipo de animadores del
Colegio, donde hubo desde baile hasta pulseras
luminosas.
Para terminar, gracias a todos y cada uno
de los que hicieron posible que este Encuentro saliera
de la forma en que resultó, todo un éxito, y un día que
de seguro quedó indeleblemente grabado en la memoria de
más de 500 jóvenes maristas.
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