Nuestra primera estación fue la plaza Sotomayor, luego la plaza Echaurren, visitamos la Iglesia de la Matriz, continuamos hasta la plaza Wheelwright, subimos por el ascensor 21 de mayo al Museo Naval, ubicado en el cerro Artillería, donde los lobatos pasaron un entretenido momento y nos detuvimos para una merienda. Después bajamos por la calle Carampangue con dirección a la plaza Sotomayor, para llegar al paseo yugoslavo, esta vez por la subida el Peral, donde observamos el palacio Bavorisa y donde nos esperaba un típico artista porteño con una obra de marionetas hechas con materiales reciclables, los niños y niñas quedaron asombrados con la genialidad del artista. Continuamos el trayecto pasando por las oficinas del Mercurio de Valparaíso, el ascensor Concepción, el reloj Turri, subimos por el paseo Gervasoni con sus múltiples escaleras para llegar cansados y con la lengua afuera, al hermoso paseo Atkinson, donde se puede divisar lo linda que es la ciudad y darnos cuenta porque es considerada Patrimonio de la Humanidad. Finalmente descendimos para llegar a la plaza Aníbal Pinto y poder descansar un momento sentados en la fuente Neptuno. Continuamos el trayecto final pasando por la Intendencia de Valparaíso, el Arco Británico y terminar en la plaza Victoria donde pudimos disfrutar de una obra de títeres al más puro estilo porteño y con la genialidad de su gente. Fue así como al terminar la obra nos dirigimos a la estación Bellavista para que nos trajera devuelta a casa.