Al llegar nos aguardaba el Sr. Luis Rubio quien entusiastamente fue nuestro guía durante todo el recorrido, comenzamos subiéndonos al coloso tirado por el tractor, sentados sobre fardos de paja llegamos al bosque para jugar en los columpios y entre los árboles, de allí a pié hasta donde estaba ubicado el horno de barro, luego del correspondiente lavado de manos, nos dispusimos a elaborar el pan amasado, después a ordeñar la vaca, experiencia que todos disfrutamos mucho, luego los distintos animales nos esperaban para alimentarlos, el caballo “Pepino”, los burros, cabras, gallinas, guanacos, conejos, pavos y patos nos recibieron con su bullicioso lenguaje, fue una oportunidad increíble de acercarnos a la vida diaria de campo chileno, una vez alimentados los animales nos tocó a nosotros, el pan amasado que habíamos elaborado un momento antes, nos esperaba recién horneado. Para terminar, nos reunimos en la bodega de entrada, lugar en el que disfrutamos de la colación que en la granja nos daban, un rico pan de leche y un refrescante jugo, alimentos que nos vinieron como “anillo al dedo” por el calor que ya hacía a esa hora, de ahí a los juegos para esperar a las mamás que nos llevarían de vuelta al Colegio.
  Fue una experiencia inolvidable y entretenida, la recomendamos de todas maneras, gracias a las mamás que nos trasladaron y al Sr. Luis Rubio felicitaciones por el lugar y sus atractivos y como siempre, por su buena disposición para hacer de nuestras visitas un momento muy agradable. ¿Quieren ver cómo lo pasamos, los invitamos a ver las fotos.