El Personal Administrativo Marista de Chile tuvo su
Encuentro Anual el sábado 18 de octubre en San Fernando,
capital de la Provincia de Colchagua, zona huasa, llena
de una hermosa y abundante vegetación.
En ese hermoso Valle está el Instituto San
Fernando anfitrión de este año, quien nos recibió muy
cálidamente y con un esmero increíble; fue un día de
mucho calor, pero lleno de entusiasmo y alegría,
sorprendiéndonos con un aeroplano que pasaba sobre el
Colegio y lanzaba dulces desde el aire cual gotas de
agua que caen desde el cielo.
Luego de conocer el establecimiento y sus
áreas verdes, nos llevaron al desayuno que al igual que
todas las comidas, fueron muy ricas y lo mejor, hechas
con mucho amor y dedicación por los distintos estamentos
del Colegio, participando auxiliares, administrativos,
profesores y apoderados, cada sección responsable de su
turno, todos involucrados como una gran familia, un gran
ejemplo para imitar cuando nos toque ser anfitriones.
A las 11:00 horas participamos de la
Eucaristía, esencial en una familia católica y marista
como lo somos, una hermosa misa a la chilena donde un
grupo folclórico cantó, el mismo que una vez terminado
el encuentro con Dios, dió un esquinazo con unos pies de
cueca; de ahí a la reflexión hecha por el Delegado de
Misión del Sector de Chile, Hno. Jesús Pérez.
Nuevamente al cariño del lugar, nos llevan
almorzar, para posteriormente dirigirnos a la Viña Casa
Silva, lugar impresionante, con una media luna, cancha
de polo y por supuesto los parronales que son inicio de
la vida del buen vino que fabrican en el lugar. Es
volver al pasado al estar en tan lindo sitio, lleno de
parrones, vasijas, pequeños pasillos para llevarnos a
las bodegas donde duermen por un tiempo los vinos que
llegarán a las mesas de los paladares de sus
degustadores.
Ya va cayendo la tarde, de vuelta el
colegio nos esperan las onces, para de ahí dar paso a la
despedida con unos minutos de relajo bailando y
divirtiéndonos, realmente momentos vividos al máximo,
por esto le decimos, gracias San Fernando por ese
hermoso día, y sobre todo por la alegría, entusiasmo y
corazón que pusieron.