Con el lema marista de este año "Corazones nuevos para
un mundo nuevo", se realizó la premiación de séptimo y
octavo el pasado miércoles 16 de diciembre en el
gimnasio del Colegio.
Como ya es tradición, el
solemne acto se inició con la entonación de nuestro
Himno Nacional, a cargo del orfeón del Instituto
dirigido por el profesor Raúl Gardella. A continuación,
la directora de la sección media inicial se dirigió a
los presentes con un mensaje para los más pequeños de
este ciclo. Están en una edad súper difícil como es
la preadolescencia, llena de cambios y búsquedas
personales, por eso es importante que enfrenten este
proceso en conjunto a sus padres confiando en ellos y en
nosotros sus profesores que siempre
quisimos lo mejor para ustedes,
señaló Jessica Torres Clark.
La música, el baile, la alegría y los hermosos diseños
de vestuario se conjugaron para deleitar a todos los
presentes por parte del grupo de danza del Colegio a
cargo de su destacada directora, Brenda Rosales, quien
para la ocasión presentó una gran performance a todos
los presentes.
Posteriormente, se procedió a la premiación general
donde se destacó a diversas áreas del quehacer colegial.
Los premios otorgados estuvieron Premio Solidaridad,
Premio Mejor Compañero, Premio al respeto, Premio
al espíritu de superación.
En representación de las artes se
presentaron dos temas finalistas de este gran festival
que se vivó el pasado este mes, interpretados por
alumnos de estos cursos.
Luego correspondió a la premiación académica, donde se
entregaron los estímulos mención honrosa y diploma de
honor a los alumnos más destacados de cada curso.
Finalmente, el rector de nuestro
Instituto, Sr. Claudio Arellano, se dirigió a los
presentes con un mensaje de esperanza. Estos son
cursos claves para nuestro Colegio, los alumnos de
octavo que pasan a la educación media y los de séptimo
que en el año 2014 serán la promoción del centenario del
Colegio, por lo que su importancia es trascendental para
todos nosotros, señaló la autoridad rectora.
Al culminar la ceremonia se entonó con
entusiasmo el himno del colegio para terminar con un
mensaje de despedida para todos los alumnos.
Como Marcelino, sabemos que María continúa guiando su
desarrollo. Al vivir nuestra espiritualidad sacia en los
ríos de agua viva. A cambio, nosotros mismos nos
convertimos también en agua viva para los demás.
Felicidades a todos y que disfruten sus vacaciones.