Cuando pensamos que nuestras creencias se basan en ver
el rostro de Jesús en nuestros hermanos, es imposible no
pensar en los niños, especialmente en aquellos que no
poseen una situación familiar y social positiva.
No nos centremos sólo en la pobreza económica; con la
Cajita de Cuaresma más de alguna sonrisa vamos a lograr.
Centrémonos en la estrechez de corazón que nos invade,
especialmente a medida que crecemos y empezamos a mirar
el mundo con los ojos de la lógica y a ver la pobreza
como un "mal buscado y merecido".Un corazón cuaresmal
debe sacarse sus prejuicios y vestirse de una verdadera
solidaridad para lograr de este mundo un lugar mejor.
Como docentes maristas nos regocijamos cuando vemos que
niños y jóvenes aún de mirar puro vibran con el concepto
de la solidaridad y de otros valores humanos, que tanto
el hogar como el colegio han querido privilegiar.
Eso es lo que sentimos en nuestro "Envío
Cuaresmal",realizado en la Capilla el pasado lunes 16.
Contamos con la presencia de todos los alumnos de la
Sección Media Inicial, de nuestro rector, Sr. Claudio
Arellano y de varios docentes de los niveles
respectivos.
Si logramos "mover" estos corazones, cada día uno más
que el día anterior, nuestra labor como profesores
cristianos estará siendo fructífera.