El 29 de abril nos juntamos todos, sí, todos, para vivir
la experiencia de nuestra primera reunión comunitaria de
Espiritualidad Marista. Cada estamento de los
trabajadores del IRA, auxiliares de servicio,
administrativos, colaboradores de párvulos, docentes,
directivos, hermanos y... el Hno. Provincial, tuvimos
una entretenida tarde dedicada a cada uno de nosotros.
Con un inicio atractivo en que todos nos
sentimos niños y logramos conocer la diversión, poco a
poco fuimos adentrándonos en el tema propuesto por el
equipo animador. Debimos irnos dando cuenta que cada uno
de nosotros todos los días se entrega a su trabajo, a
sus ocupaciones, emplea todos los espacios del día, el
que finalizamos agotados y sin darnos cuenta, nos
dormimos exhaustos... sin haber pensado muchas veces ni
por un segundo en Dios.
Durante los periodos de reflexión personal,
en los momentos que dedicamos a intercambiar
experiencias, pensamientos y sentimientos con nuestros
hermanos de comunidad fuimos descubriendo que Dios nos
invita a cada paso a responder su llamada, mediante cada
uno de los regalos que nos hace a diario.
Fue una instancia colegial que logró con
creces su objetivo, lo cual se debe agradecer
fundamentalmente al Rector, quien, con una mirada clara
y esperanzadora, incentivó a cada uno para que se diera
una tarde para crecer espiritualmente, a sabiendas que
siendo una comunidad escolar verdadera, lograremos
pingües ganancias ante el desafío de formar juventudes
para el futuro, al estilo de lo que soñó Marcelino
Champagnat.
También hemos de agradecer la presencia del
Hno. Provincial que fue uno más de nosotros ese día, en
que coincidió su visita a la Comunidad de Quillota con
nuestro primer encuentro EM-09, como del mismo modo al
Equipo animador del Valle.