El jueves 30 de abril, en el Aula Magna del Colegio, el
Centro General de Padres y Apoderados del IRA, invitó a
la sicóloga Pilar Sordo para hablar sobre el equilibrio
entre el trabajo y la familia.
El motivo de esta visita fue una orientación hacia los
padres sobre este tema que, especialmente hoy, no es
poco frecuente.
En alrededor de una hora y media nos demostró el tipo de
sociedad existente en Chile, donde la causa de la falta
de motivación y de ganas de crecer de los jóvenes y
adolescentes es producto de la imagen que nos dan del
trabajo, la sociedad y la vida, nuestros ejemplos.
Donde tienen asumido que la única razón para trabajar es
una salida económica, en la cual la vocación pasa
desapercibida.
Según Pilar Sordo, en esta sociedad lo normal es andar
amargado, donde una persona porque es feliz o cariñoso
necesita razones. Donde un hijo que le dice a su mamá
que la quiere es un mamón, o un esposo a su señora, macabeo.
Donde tratamos de ver todo lo malo y somos expertos en
anticipar la desgracia. Ponía el ejemplo de una mujer
que queda embarazada a los 44 años. Todo el mundo dice
que el niño va a tener algún defecto o algún problema,
pero nadie ve lo maravilloso que es esa situación.
Además en esta sociedad está plasmado que el trabajo es
un castigo, donde se alaba el día viernes. Y la gran
mentira de la sociedad es no tengo tiempo. Según la
sicóloga, el tiempo es una elección, donde sólo hace
falta la voluntad, que hoy no existe en la generación
adulta. El exceso de trabajo es producto de las deudas,
y éstas, producto de aparentar al resto. Nos perfumamos,
nos vestimos bien para salir, para puertas afuera.
Pero en la casa, pareciera ser que no nos importa como
nos veamos, ante la gente que más nos debiera importar,
la gente que amamos.
También ponía como ejemplo, un detalle estúpido, según
ella, que siempre las mejores cosas las guardamos para
alguna ocasión especial, que no nos damos cuenta que hoy
podría ser esa ocasión especial, que el presente lo es
todo y que el mañana sólo es una ilusión.
Todo esto es transmitido a la generación de jóvenes y
adolescentes. Si en la casa no hay una buena actitud de
parte de los padres para hacer las cosas, para empezar o
terminar el día, no esperen una buena actitud de parte
de los jóvenes.
La sicóloga concluyó en que el equilibrio entre el
trabajo y la casa no existe. Según ella venimos a tres
cosas: aprender, dejar huellas y a ser felices. La
solución es ser feliz en el trabajo y en la casa. Si no
te gusta tu trabajo, haz lo posible por cambiarte. Y en
la casa demuéstrales el amor a los que quieres. Por
ejemplo, el cáncer, es una oportunidad. No pienses en
que la persona se irá, piensa en que la persona aún
está. Aprovecha el presente. Y lo importante y lo que
queda es puertas adentro.
La sicóloga volvió a nuestro colegio el día 7 de mayo,
esta vez con una charla dirigida a los alumnos de
Enseñanza Media. El tema de ésta fue sobre la vida
social de los adolescentes, donde trató de llegar a
nuestros corazones, demostrándonos que todo lo que nos
sucede, aunque creamos lo contrario, les sucedió a todos
alguna vez, además de hacernos ver nuestros errores con
anécdotas e historias que nos identifican. Nos demostró
que tenemos todo para ser felices y muchas veces
aparentamos que no lo somos. Con esto, sin duda, dejó
algún sentimiento en la mayoría de nosotros.