Hemos concluido con satisfacción una semana intensa de
homenaje a nuestro Fundador, San Marcelino Champagnat.
Cada una de las secciones del Colegio ha hecho el mejor
esfuerzo para vivir el espíritu Marista, poniendo de
relieve los valores que el Padre Champagnat nos ha
transmitido y que se hacen evidentes cada vez que
celebramos su obra y agradecemos a Dios por todo lo
bueno que hemos recibido de su mano generosa.
Así mismo,
hemos querido vivenciar con un corazón nuevo este
acontecimiento, para ir construyendo un mundo nuevo en
Quillota, ciudad que ha recibido por 95 años la riqueza
del Carisma Marista.
Jesús, María Santísima y San Marcelino
están en nuestro corazón; son la inspiración de la tarea
educativa y por su intermedio nos esforzamos para formar
buenos cristianos y buenos ciudadanos, vale decir,
personas, niños y jóvenes que ingresan a nuestras aulas
para aprender y egresan para servir a la sociedad, con
el sello Marista.
Este espíritu reinó en cada una de las
actividades que compartimos durante la pasada semana; se
vivió un espíritu fraterno, nos hicimos más cercanos y
cada estamento tuvo un espacio para compartir, para
participar, para sentirse protagonista. Sentimos que el
espíritu de familia se vive de verdad en nuestro
Colegio; ese espíritu que el Padre Champagnat, en su
testamento espiritual, graficó así: Ojalá se diga de
ustedes Miren cómo se aman. Esa es nuestra tarea:
Formar una comunidad cada día más fraterna, conscientes
de la responsabilidad de trabajar por el Reino de Dios
dando a conocer a Jesucristo y haciéndolo amar con
nuestro testimonio de vida cristiana.
Un saludo fraterno a toda la Comunidad
Educativa del Instituto Rafael Ariztía y mis
agradecimientos a todas las personas que trabajaron en
la organización y ejecución del programa en homenaje a
San Marcelino.
Que el Señor, la Buena Madre y San Marcelino bendigan a
las alumnas, alumnos, docentes, administrativos,
auxiliares, directivos y Comunidad de Hermanos de
nuestro querido Colegio.
Sección Inicial
Sección Básica
Sección Media