"Que alegría cuando me dijeron vamos a la casa del
Señor", estos son los sentimientos de cada integrante de
nuestra familia marista. Compartir el domingo 02, cuando
celebramos la eucaristía del mes de agosto, mes de la
solidaridad, donde brota del corazón el sentimiento
agradecido de un Dios que nos reúne en torno al altar.
Como comunidad oramos por nuestros
enfermos, dimos gracias por la vida y fuimos testigos de
cómo 90 jóvenes de 2do. Medio compartían su fe,
comprometiéndose a participar en su formación religiosa
en la pastoral de confirmación. Cada uno encendió una
vela, que representó el signo de la luz que quieren
reflejar en este proceso de catequesis.
Agradecemos a toda la comunidad su participación y
oraciones que nos hacen ser cada día mejores testigos de
nuestra misión.