Muchas veces, hacemos mención de lo importante que es
promover y cuidar el medio ambiente, pero pocas veces
nos damos el tiempo para hacer una acción concreta al
respecto.
El Segundo Básico A, liderado por sus tías y
la directiva del curso, llevaron a cabo una jornada de
encuentro familiar, donde aparte de jugar y servirnos
unos ricos completos, el motivo central fue plantar dos
arbolitos, para posteriormente trasplantarlos, uno en
sus casas y el otro en un lugar especial para el curso.
El árbol que plantaron corresponde a un
quillay, especie que se da naturalmente entre ambas
cordilleras en el valle central y que en la actualidad
está amenazada.
Este árbol nativo, no es como cualquier otro. Por muchos
años ha sido protagonista de nuestra historia. Los
mapuches lo utilizaban para lavar sus ropas y cabellos.
Y también le han dado múltiples usos medicinales.
El mundo científico cree que el quillay guarda
muchísimos más secretos. Hoy se emplea en diversas áreas
como la biotecnología vegetal.
En los laboratorios de la Universidad de
Santiago de Chile descubrieron que su extracto sirve
como fungicida natural para repeler un hongo que amenaza
las frutas y verduras de nuestros campos chilenos. Este
grupo de académicos está abocado a validar su estudio y
comercializar el producto. Un aporte que generaría
grandes repercusiones en la agricultura chilena.
Sabemos y estamos convencidos, que cada niño y niña del
Segundo A, cuidará como un tesoro su quillay y que
esta experiencia será muy significativa en sus vidas.