La comunidad educativa del IRA
caminó unida al encuentro de los demás.
El sábado 13 de noviembre se constituyó en un día
memorable para los peregrinos del IRA. Padres, niños, jóvenes,
directivos, docentes, auxiliares, administrativos, amigos y
familias llegaron temprano para abordar uno de los ocho buses
que nos llevarían al Templo Votivo de Maipú.
Trescientos treinta y dos peregrinos nos movilizamos
con la profunda motivación de dar inicio a la celebración de los
cien años de presencia marista en Chile, orando, dando gracias a
Dios por la experiencia generacional y personal de haber descubierto
a Jesucristo, a través de María, en las obras maristas cuyo norte es
evangelizar educando.
Nos correspondió como colegio animar la primera
estación llamada Constrúyenos la casa, en conjunto con el
Colegio Diego Echeverría Castro y el Instituto Chacabuco. Fue un
momento muy alegre que contribuyó a identificarnos mejor con el
colegio y el propósito de la peregrinación. También colaboramos
con la segunda estación, por medio del Grupo IRA que interpretó
la canción Centenario Marista.
Transitamos por la siguiente estación, ya al interior
del recinto propio del Templo Votivo para, culminar con la
Eucaristía, momento emotivo por constatar cómo la presencia del
Espíritu está presente en nuestras comunidades educativas, en un
clima de fraternidad que quiere renovarse en ese sólo corazón y
mismo espíritu, herencia de nuestro Padre Champagnat.
Agradecemos desde estas líneas al Señor por todos
los dones recibidos durante la peregrinación, así como por
volver bien. Especialmente por la alegría sincera que perdura en
nuestros corazones, manifestada en el saludo de la mañana
reconociéndonos como hijos de una misma familia marista. Que
ello sea signo de renovación para continuar caminando hacia una
nueva etapa.
Parte 1
Parte 2