Gracias a una gestión de la apoderada Marcela Suzarte, ex presidenta del Centro de Padres, nos visitó este jueves el destacado tenista chileno paralímpico Robinson Méndez Santos.

De niño, Robinson era fanático del fútbol, estando incluso inscrito en las ligas inferiores de Palestino, jugando como defensa central con proyecciones. Quería ser futbolista, hasta que el 7 de marzo de 1997, accidentalmente le llegó una bala perdida de un asalto en un almacén y le impactó en la espalda, provocándole una lesión en la médula espinal que le provocó paraplejía.

Pese a esta tragedia, siguió estudiando en el Colegio Politécnico de San Miguel e iba a la Teletón dos veces a la semana para rehabilitación. Robinson no cejó en su sueño de convertirse en un deportista profesional y encontró en el tenis en silla de ruedas una posibilidad de integrarse y cumplir este objetivo.

Empezó a jugar tenis los miércoles y tuvo progresos mayores, viajes y exhibiciones en el exterior. A los 18 años de edad, y gracias al auspicio de la Teletón y CCU, ingresó al circuito NEC Wheelchair Tennis Tour, dependiente de la Federación Internacional de Tenis (ITF).

El alza definitiva vino en el 2004, pues dio un gran salto ya que avanzó 109 lugares en el ranking mundial -empezó la temporada 143º y terminó 34º del planeta- siendo el mejor jugador iberoamericano.

En los Juegos Parapanamericanos de Río de Janeiro de 2007, ganó medalla de plata en tenis individuales. En noviembre de 2007, su ranking en la ITF era 20º en singles y 26º en dobles.
Ha participado como parte del equipo chileno asistente a los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012.

Actualmente, está radicado en Iquique, donde trabaja junto a Rodrigo Campos OIlivares, exalumno de nuestro Colegio y destacado extenista profesional. Rodrigo acompañó a Robinson en una exhibición que hicieron para el alumnado del Colegio.

El tenista contó su experiencia de vida ante un gimnasio colmado de alumnos que lo escucharon con atención y se emocionaron con sus vivencias. Se mostraron muy interesados en el testimonio del deportista y en sus logros, con muchos aplausos. Robinson hizo especial énfasis en los valores que le han permitido enfrentar la adversidad y desarrollar la resiliencia, sin la cual no habría podido mirar hoy la vida con gran optimismo.

Pero el tenista no se quedó solo en palabras, en una cancha de tenis improvisada en el gimnasio, dio cuentas de todo su nivel tenístico ante su entrenador y luego jugó con varios alumnos del Colegio, quienes vivieron la diferencia entre jugar parado y en silla de ruedas. Incluso el profesor Mario Donoso se enfrentó al deportista.

Antes de retirarse del Colegio, Robinson y su equipo compartieron un desayuno con el Rector, Sr. Claudio Arellano, y autoridades del Colegio, con las cuales conversó y contó varias anécdotas, las cuales nos llaman a ser más solidarios con el próximo e instar a las personas y niños que tengan discapacidad que vean en el deporte un camino para mejorar su calidad de vida, acompañados por sus padres y profesores.