En semana santa las familias de nuestro
colegio siguieron junto a los hermanos de la comunidad
marista las huellas de Jesús acompañándolo en el camino
al calvario.
Las estaciones fueros compartidas por las
diferentes familias junto a sus hijos, quienes portaban esa cruz
que significa para nosotros un camino de salvación, donde Jesús
nos invita a cargar con nuestras propias cruces siguiendo su
ejemplo y mediante la oración, la forma de llegar al padre Dios.
También nos hicimos partícipes de la
adoración a la cruz en nuestra capilla, en la que la
meditación se transformó en un gran aprendizaje de amor
y solidaridad, el cual debemos entregar al prójimo.
Esta importante semana en nuestras vidas nos
invita a la oración personal y comunitaria como familia marista,
manteniéndonos unidos en el amor de Maria, Jesús y Marcelino.