La ornamentación del gimnasio y las tenidas de huaso y de china fueron el marco adecuado para sentir que el Bicentenario se vive, se respira, se siente en nuestro Colegio. El Centro de Padres, con apoyo de la Pastoral colegial, se encargó de animar la celebración con la participación de las familias. Los guías, vestidos a la usanza de nuestro campo chileno, nos invitaron a orar, a estar más cerca del Señor y a agradecer por los beneficios recibidos. En el canto, agradecemos la presencia del Conjunto folclórico San Francisco de Asís de Limache, que con sus voces creó el ambiente para expresar nuestra alegría por el Bicentenario.

Hacia el final, nuestro Rector agradeció a quienes colaboraron para que esta Eucaristía tuviera el realce que la ocasión ameritaba. Al mismo tiempo, llamó a seguir orando por los mineros del norte, para que pronto puedan reencontrarse con sus familias. Y no podía faltar la danza nacional, que fue bailada con singular maestría por Leandro, alumno de cuarto medio, y su pareja.

Luego, el encuentro familiar en el patio techado, donde se respiraba buen ánimo y alegría por lo vivido.

Gracias, Señor, por nuestra Comunidad Educativa y por nuestra Patria. Viva Chile.