Durante la transmisión se viven varios momentos. El primero de ellos es la invitación de Daniel a enviar un mensaje a nuestros contactos de Whatsapp, un ¡Alégrate! como exhoración a seguir siempre el ejemplo de nuestra Buena Madre. Posteriormente un grupo de alumnos y alumnas del IRA entonaron, emotivamente, desde lo más hondo de su corazón, la canción "La Elegida".

Para continuar con la celebración, las tías Stefany Apablaza y Carolina Fernández nos cuentan la visita que hizo María a su prima Isabel; un hermoso encuentro fraterno, lleno de amor, en el que ambas se abrazan y luego se abandonan la una a la otra. La tía Stefany nos invita a imaginar ese abrazo que reconforta, comprende, alimenta y que comparte la alegría de la vida, esa vida que ambas llevan en sus vientres; un abrazo empático, que omite palabras pero que a la vez habla por sí mismo. La tía señala que tan fuerte fue ese abrazo de ambas que Juan, quien estaba en el vientre de Isabel, saltó de alegría y júbilo por esa demostración profunda de amor. En el contexto actual, en donde la pandemia nos está forzando a permanecer lejos de los nuestros e incluso priva de simples y cotidianas demostraciones de afecto como el acto que significa un abrazo, tenemos que mantener una paciente esperanza. Este año lleno de dificultades nos impulsa a valorar la simpleza de la vida y la real importancia de los vínculos humanos, que hoy nos permiten, de algún modo, estar más unidos que nunca. Por su parte, la tía Carolina nos invita a escribir, en el chat de la transmisión, el nombre de las personas que los participantes más extrañan y que no han visto. Se trata de una invitación a comunicar, también desde casa, el amor que María le transmitía a su hijo Jesús, ese abrazo, esa muestra de cariño que nos llena de paz, una medicina que alimenta el alma. Un abrazo nos indica que no estamos solos y, así mismo, demuestra que María nos acompaña y nos guía en el amor de Dios, que es por y para todos: Jesús es su hijo y ella es su madre. Él nos presenta a María porque ella es Iglesia y en ella se cumple la promesa de Dios de enviar a su hijo para salvarnos. Para agradecer la participación, la tía mencionó cada uno de los nombres y se los ofreció a María, la Madre Sencilla, a través de la canción "María mírame", entonada por un grupo de niños del colegio.

En el siguiente bloque de la actividad, la tía Sylvia Ponce nos recuerda que ya han pasado 8 meses, desde aquel lejano 13 de marzo, y que ahora nuestra casa, es nuestro espacio. En este mes dedicado a María, nos invitá a descubrir está dimensión espiritual, que es a esperar, con alegría y entusiasmo a quienes amamos, porque María viene a acomparños durante todo este mes. También, destaca que Marcelino Champagnat nos consagró a la Buena Madre, por el inmenso amor que él sentía por ella, ya que siempre tenía a su hijo en sus brazos o en su corazón, siendo nuestro mejor canal para llegar a Jesús. Nos pide que asignemos un lugar especial de nuestra casa para rezar el rosario y sentir que María está siempre con nosotros, en nuestros corazones. 

Finalmente, Daniel Olivares despide la transmisión con un mensaje de nuestro Rector y nos recuerda que somos hijos de la misma madre, lo que nos hace hermanos, y que para vivir este mes con profundidad y alegría se realizarán otras dos actividades colegiales semanales. Los lunes a las 19:00 horas habrá conversatorios y los viernes a las 8:00 horas, por sección, se rezará el "Rosario del Alba".

¡Viva la Virgen María! y que Nuestra Buena Madre ruegue por todos nosotros.

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