Esta charla tuvo como principal objetivo apoyar a los padres en el proceso formativo de sus hijos y en su labor educativa, considerando la importancia del entorno familiar en la vida de los niños y adolescentes.

El padre Fernando Montes entregó a los padres un testimonio desde su experiencia como sociólogo y educador. Con un lenguaje sencillo y un mensaje lleno de profundidad, entregó a los padres algunas herramientas necesarias para enfrentar los múltiples desafíos de los tiempos modernos en materia educativa, social y familiar.

Algunas frases que nos regaló el Padre Fernando Montes:

“Enseñar cuando todo tiembla es muy complejo; “nos enseñan a tener éxito, pero no a enfrentar los fracasos; “no hay vida humana si no se fomenta lo gratuito; “la vida se gana cuando se da”; “la vida no es correr y triunfar, es vivir”: “no hay mejor escuela de la humanidad que la familia”; “recomendaría no comprar a los hijos con cosas materiales, hay que saber decirles no”; “hay que enseñar el respeto a los pobres”; “la vida moderna a veces deshace familias”; “no hablar mal del otro o de los otros”; “es necesario cuidar el ambiente del colegio, tienen que existir normas, ser cuidadosos y precavidos”; “no digan todos cuando es alguno, no digan algunas veces cuando es una vez”; “enseñen a sus hijos a ser humanos”; “Dios quiera que no perdamos el alma”.

Al concluir su presentación, nuestro Rector se dirigió a los presentes para agradecer la presencia del Padre Fernando Montes y resaltar su mensaje. Al mismo tiempo, le entregó como expresión de agradecimiento el libro “Centenario Marista en Chile” y una artesanía típica de la zona que representa una palta con la figura de la Virgen. La Coordinadora de Orientación, señora Luz Fernández, y el Presidente del Centro de Padres, señor Miguel Araya, le entregaron también un presente.

Agradecemos al Padre Fernando Montes el regalo de su sabiduría, tan necesaria en este tiempo. Su mensaje fue muy coherente con nuestra Misión Educativa y esperamos que los padres y apoderados valoren y puedan llevar a la práctica estas orientaciones llenas de humanidad.